Analisis del manifiesto vanguardista
Son documentos en los cuales los escritores de vanguardia hacia publica su ideología, principios e intenciones políticas o artísticas. Aparecen en el siglo XX, los mismos dieron a conocer su forma de ver el mundo y sus puntos de vista sobre el arte y la sociedad.
Los manifiestos vanguardistas son: beligerantes, provocativos, polémicos y contestatarios. Por reflexiones filosóficas, políticas y culturales que responden a cambios ideológicos de cortes socialista que se producen en el mundo.
Martin fierro:
Martín Fierro heredó su nombre de otra efímera publicación de Méndez en 1919, más comprometida con la problemática social y política. El nombre es un homenaje a una estrofa del Martín Fierro, el poema nacional de Argentina escrito por José Hernández. La independencia en la opinión y la separación respecto a la tradición se veía reflejada en esta estrofa:
De naides sigo el ejemplo,
naide a dirigirme viene
yo digo cuanto conviene,
y el que en tal güeya se planta,
debe cantar, cuando canta,
con toda la voz que tiene.
José Hernández, La vuelta de Martín Fierro
Martín Fierro fue una vitrina para el trabajo de Ramón Gómez de la Serna y el arte vanguardista de Emilio Pettoruti y Arthur Honegger, atacando simultáneamente al venerado escritor Leopoldo Lugones como un icono del pasado y enfrentándose con La Gaceta Literaria, una revista española que pretendía fijar en Madrid el meridiano intelectual de Hispanoamérica.
Una de las particularidades de Martín Fierro fue su «Cementerio», poblado de versos satíricos contra propios y ajenos, y contra el propio Lugones.
Fiel a su estilo, la revista polemizaba burlonamente con los escritores que publicaban en la Editorial Claridad y se reunían en el Café El Japonés considerados el Grupo Boedo, en una rivalidad dialéctica con los escritores propios denominados cómo Grupo Florida, quedando dicha controversia en la historia de la literatura argentina.
Aparentemente Méndez decidió cerrar la revista para evitar ponerla al servicio de la campaña electoral de Hipólito Yrigoyen como exigían algunos de los colaboradores.
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